Uno de los desarrolladores más importantes de la escena japonesa, Tomonobu Itagaki, creador de Dead or Alive y líder de Valhalla Game Studios, fundada tras abandonar el equipo de Tecmo, se ha mostrado especialmente crítico con la industria de su país, el cual a lo largo de la última década ha reducido su impacto en el mercado global de videojuegos hasta poseer un escaso 10% del mercado mundial.
“En Japón, en esta industria, no sólo falta tecnología, aunque lo más importante es la creatividad y el ingenio. También falta eso. Se quejan mucho, hablan mucho, pero no adoptan ninguna medida”, el siempre sincero creativo, también critico la falta de habilidad social de los japoneses, algo que según Itagaki, ha ayudado a la pobre expansión de los juegos japoneses en el último lustro: “Si no tienen habilidades sociales, y son ellos mismos quienes desarrollan un juego, no importará qué intenten hacerlo con una visión más globalmente aceptada y popular, eso será muy difícil,” aseguró.