Mario juega al tenis desde los días de Nintendo 64. Desde entonces el barrigudo fontanero, icono de marca y seña de más de una generación, ha ido adquiriendo habilidades sobre la pista a lo largo de las múltiples ediciones que se han ido sucediendo en las consolas de Nintendo. Ya tardaba nuestro querido Mario en enfundarse las zapatillas, coger con fuerza la raqueta y enfrentarse a 3DS y sus opciones únicas. La presencia de la vista en tres dimensiones es la única novedad reseñable que aporta el juego a través de varios modos, pero en definitiva da igual, Mario Tennis Open no necesita trucos para entretener, es innato, genético.

Si existe un género en particular que ha gozado de éxito en la etapa dorada de Nintendo DS, sin duda este ha sido las aventuras/puzles de entregas de reconocido prestigio como El Profesor Layton, Ace Attorney o Phoenix Wright. De la mano de SEGA, ahora nos llega Rhythm Thief y el Misterio del Emperador,un particular juego donde pondremos a prueba gran parte de las funcionalidades de nuestro cerebro y de la portátil de Nintendo, a ritmo de baile, humor y grandes dosis de misterio.

Cuando en la conferencia del E3 2010 celebrada en Los Angeles, los responsables de Nintendo mostraban un pequeño anticipo del proyecto que estaba desarrollando Sora Ltd., los amantes de la franquicia Kid Icarus volvieron a revivir algunas sensaciones 20 años después. Las adictivas aventuras y las interminables horas de juego que ofrecía su entrañable protagonista Pit, regresan dos décadas después con Kid Icarus: Uprising, una nueva experiencia exclusiva para la plataforma tridimensional portátil de Nintendo.