State of Decay

Escrito por  Carlos de Ayala Martes, 25 Junio 2013
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Cada cual tiene una idea preconcebida de como sería su apocalipsis zombi ideal. No nos faltan ejemplos, ya que durante los últimos años la enorme cantidad de productos relacionados con la cultura de los no-muertos nos ha brindado multitud de situaciones en las que imaginarse. En pocas palabras, si un ejército de carne podrida repleta de seres hambrientos te persigue ¿qué se te pasa por la cabeza?: ¿Una ciudad infestada sobre un plano que muestra como evitas una jauría a punto de atraparte?, ¿Al más puro estilo del cine de supervivientes, con un arma improvisada entre las manos?, o ¿cazando zombis en zonas abiertas alejadas del caos de la gran ciudad? Pues básicamente, todo lo anterior es 'State of Decay'. Una aventura de acción y supervivencia en tercera persona para Xbox Live Arcade que se desarrolla sobre un formato de mundo abierto. Su propuesta general es tan poco original como sus características específicas, vistas con anterioridad en varias entregas de diferentes series. No obstante, en su receta se combinan con sorprendente acierto varios de los elementos necesarios para crear una experiencia entretenida y bastante absorbente.

 

 Sobrevivir en comunidad

 

Durante la primera toma de contacto con la aventura, el jugador adopta el papel de Marcus, que junto a su buen amigo Ed, tratan de buscar algún lugar seguro en el que descansar mientras se van explicando los aspectos típicos de la infección. Según se van desarrollando los acontecimientos, Undead Labs, responsables del juego, empiezan a centrar los objetivos. Lo más importante en este "estado decadente" es la supervivencia, de modo que no cojas demasiado cariño a los personajes, a ninguno, ya que durante toda la aventura el jugador tendrá la posibilidad, o se verá obligado a controlarlos independientemente de las tareas que están realizando. Es decir, hay una serie de objetivos y misiones generales que se pueden realizar con cualquier personaje, así cuando uno de ellos muere, desaparecerá por completo y el testigo pasará directamente a otro. Aunque no necesariamente se debe morir para probar diferentes opciones, pues tras varias misiones, aparece la fatiga y el cansancio. Entonces lo más razonable es dejarlo descansar y tomar el control de otro superviviente de nuestra comunidad.

 

 

La comunidad es la base donde se asienta toda la experiencia de juego. Comenzamos con una cantidad moderada de supervivientes, de modo que las primeras misiones se basan en la exploración y la recolección de diferentes suministros básicos como alimentos, combustible, medicinas, munición, armas, elementos de construcción, etc. para asegurar la supervivencia del grupo, y por otro lado, evitar situaciones tensas derivadas de la falta de víveres. La cantidad de terreno disponible, además de sorprender por su extensión, se puede recorrer tanto en pie como conduciendo los vehículos que han ido quedando abandonados tras la plaga. A medida que el jugador avanza, intercambia personajes, suministra víveres, materiales y medicinas, crea puntos avanzados o localiza supervivientes, los personajes utilizados irán mejorando tanto sus habilidades como sus características físicas. Por otro lado, completar una misión de rescate puede tener consecuencias, ya que si queremos evitar crisis, las instalaciones deben adecuarse a la demanda. Cuantos más miembros tenga nuestra comunidad, mayor será la demanda de camas, alimentos, medicinas y armas, de modo que tendremos que emplearnos en construir zonas dormitorio, enfermería, locutorio de radio, cocina, puesto de vigilancia, etc. Incluso tendremos que plantearnos buscar nuevos y más amplios emplazamientos para la comunidad, que no dejará de crecer. Pero, las relaciones sociales también tienen la capacidad de complicarnos las cosas, ya que no faltarán los ataques de pánico, miedo o ira, y solo existen dos formas de atajar estas situaciones, o realizando una misión con la persona afectada, o bien, expulsándola del grupo.

 

Sin la cabeza no se mueven

 

Como adelantábamos, las misiones y mecánicas del juego son bastante completas, con diversas y variadas misiones que realizar. Según la ocasión es posible optar por la discreción, mientras en otras circunstancias, el ruido, los disparos y el rugir del motor del coche nos servirán para atraer la atención de alguna horda cercana a la que atropellar, o bien sacar de una casa esos zombis que propagan la plaga donde se asientan. En otras ocasiones, lo mejor es optar por pasar desapercibido, ya que la superioridad numérica de los infectados posiciona la balanza a su favor.  No obstante, en ocasiones el jugador no tendrá más opciones que luchar o huir. En términos prácticos, para salir bien parados lo único que se puede hacer es combinar ambos métodos. Hay que tener en cuenta la fatiga del personaje, un factor muy importante. Todos los personajes que controlaremos a lo largo de la aventura disponen de unas características físicas específicas, de modo que cuando corremos, saltamos o golpeamos con armas rudimentarias como tuberías, tablones, bates, bastones, etc. el personaje se irá cansando rápidamente hasta quedarse sin aliento, dispuesto a convertirse en el primer plato del menú del día. Para curar heridas y paliar los efectos de los combates existen varios métodos para recuperar energía y vida, aunque como buen Survival Horror, también podemos defendernos con armas de fuego ordinarias como revólveres, pistolas, rifles o escopetas, así como explosivos, minas, cócteles molotov, bombas de gasolina. Todo bastante entretenido si se prepara una zona con antelación, situación que muy pocas veces se puede planificar por el carácter incansable de los zombis.

 

 

Finalmente hay que destacar la ausencia de un modo cooperativo. La desarrolladora lo planteó y de hecho se intentó incluir un co-op. Sin embargo, no está y es muy difícil evitar la decepción de esta ausencia. De hecho, el formato tiene tendencia natural a compartir escapadas. Todavía nos queda la esperanza de disfrutarlo -probablemente- en su secuela, ya con un poco más de dinero invertido en la producción.

 

Tecnics of Decay

 

Aunque estamos ante un proyecto lanzado en formato descargable a un precio bastante más razonable -y ajustado- que el resto de referencias directas a su género y condición, no podemos olvidar el caos técnico que reina en el universo creado por Undead Labs. Fondos que no se generan a tiempo, animaciones y texturas frágiles, mucho del catálogo de errores de colisión y una física a la que le vendría bien un poco más de tiempo extra. La vertiente sonora es algo más alentadora, con melodías acordes y efectos bien elaborados que cierran con un discreto, aunque correcto doblaje en inglés con todos los textos de pantalla en castellano.

 

Conclusiones

 

Entre una auténtica masificación de productos de todo tipo que impregnan el cine, la televisión y, por supuesto, videojuegos, 'State of Decay' se las arregla para presentar una nueva fórmula y mas zombis con resultados coherentes. Un mundo abierto interesante para explorar, misiones variadas, toques de estrategia y rol para un título que recoge las mejores ideas de los últimos éxitos en su género para adaptarlo y darle aroma propio. Es más, aun tratándose de un juego relativamente pequeño y barato, el título de Undead Labs se merece entrar de pleno derecho entre los destacados en la categoría de "supervivencia". 

 


 

 

State of Decay - Trailer XBLA

 

 

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Carlos de Ayala

 

  • Título: State of Decay
  • Género: Acción
  • Fecha de Lanzamiento: 05/06/2013
  • Plataforma: Xbox Live
  • Soporte: Descargable
  • Desarrolladora: Undead Labs
  • Productora: Microsoft Games Studios
  • Distribuidora: Microsoft
  • Multijugador: No
  • Manual: ------
  • Idioma: Castellano
  • Voz: Inglés
  • PEGI: +18
  • Precio: Consultar

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