Del Gamergate a la defensa a ultranza del videojuego

Escrito por  La Voz en Off Miércoles, 29 Octubre 2014 Artículos
Valora este artículo
(0 votos)
Share to Facebook Share to Twitter Share to Google Plus

Del Gamergate a la defensa a ultranza del videojuego

Que un ámbito eminentemente  tan tecnológico, que evoluciona de la mano de los nuevos tiempos, mantenga ciertos criterios atávicos poco decorosos propios de épocas más oscuras, es sintomático de que no es oro todo lo que reluce en un presunto ámbito tan libre de ataduras ideológicas. No son pocas las ocasiones en las que la comunidad “gamer” hace bandera común para atacar de forma unánime a ciertos intelectuales que con sus comentarios amenazan la industria; como fue el reciente caso de una no muy acertada viñeta del humorista gráfico Forges que criticaba el concepto de un videojuego (en este caso Destiny) como producto cultural.

Pero este mismo comportamiento grupal no se aprecia a la hora de defender valores que habrían de ser comunes en este campo o cuando menos comportamientos más bien superados. Así, muchas polémicas online que se suscitan en el sector acaban derivando en ciertos ataques contra la integridad de las personas, que en honor a la verdad suponen un flaco favor al espacio ganado por el sector como un ente homogéneo con el paso de las décadas.

 

 

Gamergate

Desde los medios extranjeros se han hecho de las agrias polémicas suscitadas en el denominado GamerGate en un escándalo donde confluían acusaciones de sesgo mediático, falta de ética de la prensa especializada, acoso e incluso misoginia. La chispa se produjo con el inicio de las acusaciones personales contra una desarrolladora de videojuegos de su anterior pareja sentimental en las que detallaba tareas poco gratificantes para granjearse el beneplácito de los medios. El cúmulo de acusaciones de uno u otro bando, acabó degenerando en amenazas de muerte contra una popular crítica de videojuegos. Así, diarios de prestigio como The Guardian, The Washington Post o The Telegraph se han hecho eco de esta compleja situación que también ayudaron a promocionar personas ajenas a este ámbito, como el actor Adam Baldwin o el activista Julian Assange.

 

Reclamos

A nadie se le escapa que una gran parte de los videojuegos tienen como reclamo principal personajes femeninos de curvas voluptuosas. No hace mucho en la campaña de promoción de Ninja Gaiden Sigma 2 los responsables del videojuego hacían gala, no sin cierto aire de socarronería un tanto púber, cómo los senos de la protagonista Rachel se podrían mover durante el juego.  Incluso, en casos más recientes, Nintendo y la revista Playboy han montado una campaña promocional del sobresaliente título Bayonetta 2, en el que a nadie se le escapa la llamativa silueta de la protagonista que ha devenido en infinidad de imitadores vía cosplay. Así, podríamos enumerar un enorme listado de ejemplos, que no hacen más que reflejar que se mantienen ciertas reminiscencias de un ámbito que comenzó siendo eminentemente masculino, pero que según encuestas recientes la presencia de mujeres es incluso superior a la de hombres, como ocurre en el Reino Unido (según los últimos datos provistos por Internet Advertising Bureau UK).

 

Relación directa

Aunque en un principio pueden tratarse como hechos aislados, sin ningún tipo de engarce, damos cuenta al hilo de este texto de dos recientes noticias que podrían estar intrínsecamente relacionadas con los asuntos aquí tratados. Por un lado la popular plataforma de emisiones vía stream Twitch ha incorporado un código ético para evitar modos y maneras eróticas de utilizar su plataforma para popularizar los vídeos subidos. Por otro lado, la reciente dimisión tras diez años de exitosa carrera profesional de Jade Raymond productora de videojuegos canadiense que ha abandonado sus labores al frente de Ubisoft Toronto quién sabe si tal vez demasiado cansada de ser ella más protagonistas que sus propios videojuegos; no en  vano en sus más recientes estrenos buscó permanecer más al margen y no prestar directamente su imagen para la promoción de sus títulos.

 

¡Atención! Las cookies nos permiten ofrecer nuestros servicios. Al utilizar nuestros servicios, aceptas el uso que hacemos de las cookies

Acepto
Saber más