Kingdom Come: Deliverance

Escrito por  Victor Moyano Martes, 20 Febrero 2018
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La ópera prima de Warhorse Studios se estrena con ideas muy interesantes

El realismo dentro del mundo de los videojuegos siempre ha sido un concepto atractivo para los jugadores. La entrada de la era de alta definición hace algunos años y el apogeo de las tecnologías 4K y HDR, ha propiciado que los estudios más asentados ofrezcan a su público un lujo audiovisual inimaginable hace algunas décadas. Sin embargo, el realismo en cuanto a técnica no sirve de nada con mecánicas de juego desfasadas, y quizá sea por ello que algunos estudios suspenden en diversión aun ofreciendo experiencias audiovisuales sorprendentes.

Pero entrando en materia, el videojuego que hoy nos ocupa es una oda al realismo puro, trasladándonos a la Bohemia de la época medieval en un videojuego de rol occidental que sorprende por su propia producción. El estudio, alejado por el momento de la fama y la seguridad que ofrecen las grandes editoras, ha realizado un trabajo exquisito a la hora de transportar al jugador a una época histórica real, donde la magia y fantasía no tienen cabida y donde nuestra afilada espada y lengua sibilina son los únicos aliados frente a la gran cantidad de peligros que acechan en cada esquina. ¿Preparados para demostrar lo que puede hacer el ‘simple’ hijo del herrero? Bienvenidos a ‘Kingdom Come: Deliverance’.

Bohemia, el hijo del herrero y el drama de la realeza de siempre

Warhorse Studios no ha escatimado en recursos a la hora de ofrecer una versión digitalizada del Reino de Bohemia en el siglo XV, introduciendo no sólo regiones reales, sino también personajes históricos y representando, a grandes rasgos, la vida medieval de la época. Argumentalmente el título nos lleva a 1403, con la muerte de Carlos IV y la sucesión al trono de su hijo Wenceslao IV, amante del vicio y los excesos, quien no sabe llevar el reino como sí lo hizo su padre.

Ante tales acontecimientos, la burguesía se apoya en el hermano del joven rey, Segismundo, quien decide, con el apoyo de la nobleza, hacer abdicar al rey y arrasar con todo el que no rinda pleitesía a su mandato. Aquí entra en juego nuestro protagonista, Henry, el hijo del herrero de la villa, quien es testigo de la purga que sufre su pueblo y jura venganza ante el asesinato de sus padres.

A partir de aquí, el título se abre para ofrecer al jugador la libertad de vivir su propia experiencia, siempre encarnando al joven Henry. A diferencia de otras propuestas, ‘Kingdom Come: Deliverance’ no permite crear un personaje desde cero, ni tampoco escoger su sexo, algo que molestará a quienes quieran ser los protagonistas absolutos. Este elemento, como también la ausencia de elementos fantásticos como magia o criaturas mitologías, son algunas de las diferencias destacables que ofrece la obra en comparación con producciones como ‘The Elder Scrolls’, título al que se asemeja, quizá, en lo estético, pero del que reniega para ofrecer una visión del medievo con sabor propio.

Y es que el hijo del herrero es un tanto cabra loca en sus inicios. Sin aptitudes para el combate, con su familia enterrada y únicamente con la sed de venganza en su interior, el protagonista –y el jugador- tendrán que recorrer los más de 15 kilómetros cuadrados de los que se compone el mapa para llevar a cabo su cometido, conociendo a interesantes personajes, ganándose el favor de las regiones y sobreviviendo a los peligros de una guerra civil que no perdona a traidores.

Realismo

Anteriormente hacíamos referencia al realismo, y esto no es baladí. Nuestro personaje es, de primeras, analfabeto, y tendrá que superar una serie de misiones principales para poder descifrar la escritura. En este sentido, la práctica es lo que mejora nuestras habilidades, por lo que nos olvidamos completamente de un progreso basado en puntos de experiencia para ofrecer mejoras en función de nuestras acciones. Mejoraremos el combate luchando, nuestra elocuencia hablando con los nobles y leyendo libros, nuestro arte robando y sustrayendo objetos a los demás, nuestra maestría de jinete viajando con el caballo, y un largo etcétera que resultará abrumador para más de uno.

Advertimos desde este momento que el videojuego es, ante todo, una propuesta realista que consigue, sorprendentemente, ofrecer un mundo orgánico muy logrado. Por ejemplo, las misiones principales pueden completarse de diferentes formas: si nuestro objetivo es boicotear una región, podremos hacerlo por las malas –entrando de noche o evitando los guardias -; ganándonos la confianza de algunos personajes para traicionarlos posteriormente, vistiéndonos con los colores de la región para mimetizarnos con el entorno, etcétera.

De hecho, nuestra apariencia es más importante de lo que pensamos. Ir poco aseado o desnutrido, además de afectar a nuestro personaje, también mermará las relaciones con los aldeanos y la nobleza. Cambiarnos de ropa, visitar los baños y llevar una buena alimentación es fundamental, y, por suerte, el sistema no se hace pesado, sino que está muy bien implementado para que lo tengamos en cuenta varias veces a lo largo de la sesión de juego.

El realismo no queda aquí, sino que son muchos los elementos que nos han sorprendido. Por ejemplo, un aldeano que nos pide ayuda para hacer una misión secundaria puede hartarse de que no hagamos nada –las misiones no duran para siempre- y emprender su viaje sin nosotros. Podremos también perdonarle la vida a un maleante que quería robarnos y éste nos recordará cuando visitemos su región, o matarlo y después descubrir que era padre de familia y que sus amigos nos están buscando para darnos caza. Estos elementos, que a priori parecen poca cosa, le dan una sensación orgánica al título que le sienta genial.

Mejoras necesarias para considerarlo imprescindible

El realismo extremo que presenta este ‘Kingdom Come: Deliverance’ también tiene algunas carencias en lo jugable, que, esperamos, vayan solventándose a medida que aparezcan las actualizaciones necesarias. Nos referimos, sobre todo, a un sistema de combate que, en primera persona, es algo ortopédico y tosco. Sí, luchamos con el hijo de un herrero, y nuestra destreza con las diferentes armas dista mucho de los soldados o nobles acostumbrados al acero; sin embargo, no son pocos los problemas de precisión que hemos tenido a la hora de querer atacar a los brazos de un enemigo, o el propio apuntado del arco con sus flechas.

En este sentido, el videojuego aspira a ser una experiencia pausada y contemplativa. Los jugadores impacientes verán las limitaciones del combate como un error de diseño, cuando en realidad lo que el estudio quiere es transmitir la realidad de una época pasada. Un combate contra un guardia puede dejarnos hecho polvo, siendo necesario comer, vendarnos y curar las hemorragias antes de poder enfrentarnos a un nuevo enemigo. Lo mismo ocurre con el sistema de guardado de la obra, que no es automático, sino que se activará cuando bebamos aguardiente o durmamos en un colchón.

De la misma manera existen algunos problemas técnicos que están presentes durante toda la aventura. Constantes caídas en la tasa de imágenes por segundo, una cámara que a veces nos deja vendidos y algunos bugs que nos impiden avanzar en misiones secundarias son relativamente constantes dentro de la aventura. Este último punto es entendible, en parte, debido a la gran cantidad de variables que maneja la obra debido a su realismo. Sin embargo, esperamos que vayan solventándose con nuevos parches más allá de los 20 GB que nos obliga instalar el videojuego en la primera partida si tenemos conexión a Internet.

Una obra muy interesante para los paladares más selectos

A nivel audiovisual, ‘Kingdom Come: Deliverance’ ofrece un apartado técnico más que notable. Los entornos, el ciclo día noche y los personajes están muy bien representados en la obra, aunque la mejor parte se la llevan los escenarios, que lucen especialmente bien. La banda sonora del juego también funciona, acompañando los pasos de Henry en su aventura, aunque no encontramos piezas destacables que se mantengan en nuestro cerebro.

Conclusiones

En cualquier caso, ‘Kingdom Come: Deliverance’ ofrece una experiencia de juego única para los jugadores más selectos. No, no estamos ante un digno opositor de ‘The Elder Scrolls V: Skyrim’, como muchos han vaticinado, sino que juegan en ligas completamente diferente, cada uno ofreciendo un estilo de juego que, pese a sus similitudes, están más separados de lo que parece. El realismo que ofrece la obra de Warhorse Studios es digna de aplauso, así como su sistema de diálogos y, en definitiva, un entorno construido de forma inteligente que va sorprendiendo paulatinamente al jugador. Este aspecto puede llegar a molestar a los jugadores acostumbrados a las recompensas rápidas y fáciles, pero cualquier usuario que quiera sumergirse en un mundo único, orgánico, interesante y conflictivo verá en ‘Kingdom Come: Deliverance’ un reto a la altura de lo esperado.

Kingdom Come: Deliverance - Launch Trailer

  • Título: Kingdom Come: Deliverance
  • Género: Acción, RPG
  • Fecha de Lanzamiento: 13/02/2018
  • Plataforma: PC, PS4, Xbox One
  • Desarrolladora: Warhorse Studios
  • Productora: Deep Silver
  • Distribuidora: Koch Media
  • Multijugador: No
  • Idioma: Castellano (Textos)
  • Voz: Inglés
  • PEGI: +18
  • Precio: Consultar

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