Novedades para los Ground Zeroes
Lo primero que llama la atención de Ground Zeroes es la presentación de los hechos. La información y el tono narrativo son mucho más concretos, se pierden menos en los detalles y se prescinden de las extensas charlas, diálogos y cinemáticas que dan identidad a la franquicia. El guion también se percibe más serio y crudo. Se han dejado atrás elementos clásicos de la serie que daban cierto aire cómico a la acción y se optado por una trama localizada menos complicada para el jugador, aunque esto no significa que no se mantengan otros elementos característicos de la serie, como duras secuencias especialmente gráficas o un complejo contexto político-militar. No obstante Ground Zeroes no ha recibido el sobresaliente tratamiento de otras producciones de Kojima, únicamente podemos aferrarnos a un video de introducción que pone el bello de punta y una concatenación de cinemáticas finales que dejan mucha expectación para la entrega completa.
En cuanto a las dinámicas de juego, Big Boss tiene un mayor rango de posibilidades de movimiento, lo que permite trazar todo tipo de estrategias. El diseño de los niveles es fantástico y anima a arriesgar para ganar unos segundos, interrogar a un soldado enemigo o simplemente evitarlo. No es extraño que la primera vez que el jugador intente una incursión se sienta indefenso, torpe y confuso; seguramente termine corriendo entre las tiendas de campaña tras matar a medio campamento sin entender demasiado que es lo que ha fallado o que movimiento ha ejecutado mal, pero a poco que el jugador se pare a trazar una estrategia, controle la posición del enemigo y busque una operación más discreta, se volverá infalible e irá conociendo a la perfección las estrategias que funcionan y las que no; Ground Zeroes exige prueba y error para dominar su ejecución. Está diseñado para que los jugadores vayan familiarizándose con las variaciones y novedades que presenta la serie, como por ejemplo la regeneración automática de vida de Big Boss, con la única excepción de un spray de emergencia que solo se emplea cuando se recibe una cantidad de daño extremo, la selección de armas, que ahora es más ágil, ya que se realiza con la cruceta de dirección, o la incorporación de un movimiento reflejo que se activa cuando Big Boss es descubierto, en ese instante el movimiento se ralentiza y la acción pasa a cámara lenta, lo que permite unos segundos para neutralizar al enemigo. Y para el menú de juego, también contamos con un nuevo ingenio, el iDroid, un dispositivo que emplea Big Boss para consultar el mapa, escuchar cintas grabadas, conocer los objetivos de la misión o solicitar evacuación. Pero desaparecen las icónicas cajas y el radar, no se puede llamar la atención de los soldados enemigos, ni podemos esconder al personaje en armarios y taquillas; en resumen, Metal Gear Solid V: Ground Zeroes adapta su sistema de control a los tiempos que corren y las posibilidades que ofrecen, con un resultado sobresaliente que aporta una especie de libertad orgánica de movimientos combinada con un personaje más ágil, natural y rápido en sus acciones.
Libertad en un recinto repleto de misiones
Metal Gear Solid V: Ground Zeroes tiene como reclamo principal una misión de infiltración y rescate que se desarrolla en Omega, una base norteamericana situada en Cuba y se enmarca inmediatamente después de los hechos narrados en Metal Gear Solid: Peace Walker, la entrega para PSP. La base de la jugabilidad continua siendo la discreción como herramienta de la infiltración, aunque el nuevo sistema de control permite afrontar la situación de forma que no seamos vistos, eliminando determinados enemigos, o directamente a fuego abierto contra los soldados del área, aunque lo más probable es que durante las primeras partidas se combinen todas las estrategias. Pero una vez tengamos un mayor dominio de la situación y los controles, el jugador puede optar por acometer la infiltración como le parezca dentro de un sistema de mundo abierto, que aun mostrando muy poco deja un agradable sabor de boca. Ground Zeroes ofrece al jugador la posibilidad de noquear, interrogar o matar a los enemigos, de dormir con la pistola de dardos a los soldados apostados en zonas estrategias, de ocultarse entre los matorrales o por el contrario, puede optar por conducir vehículos militares por el recinto o destruirlos, por apagar un único foco o la iluminación completa de una zona, por subir a una torre de vigilancia y eliminar con un rifle de francotirador robado a todos los enemigos del patio, disparar todas las alarmas atacando con un lanzacohetes o cometer una masacre subido en una torreta antiaérea. La elección es únicamente del jugador.
Este amplio espectro de posibilidades permite una rejugabilidad fuera de toda duda, algo muy importante cuando la misión principal tiene una duración aproximada de 90 minutos. Pero una vez terminada se abren nuevas posibilidades sobre misiones secundarias que se desarrollan en el mismo contexto, aunque variando las condiciones de hora y clima. Las misiones presentan objetivos variados y emplean el terreno de juego de forma inteligente, pero en relación a la trama la única misión que añade elementos interesantes es la que da nombre al contenido, ya que el resto presenta hilos argumentales un tanto forzados para relacionarse entre sí y su tratamiento individual no supera la media hora por objetivo. No obstante, no podemos dejar pasar por alto la última misión, que una vez desbloqueada y dependiendo de la edición, Xbox o PlayStation, nos dará acceso a un pintoresco episodio, en este caso ‘Jamais Vu’ de Xbox One, que no destriparemos para evitar descubrir su temática.
Además de las diferentes misiones secundarias, Ground Zeroes incorpora una clasificación por puntuación. El sistema de puntos determina como quieren los diseñadores que el jugador complete la experiencia. Por ejemplo, matar enemigos tiene una penalización en todas las misiones disponibles, excepto una, especialmente desarrollada para diezmar el personal de la base cubana, pero también se penaliza ser descubierto, disparar la alarma o perder un helicóptero de evacuación. No obstante, el jugador puede, y debe emplear tiempo extra para encontrar el razonable número de información, casetes y coleccionables que hay repartidos en la zona.
Visualmente impactante
El aspecto gráfico de Ground Zeroes es otro de los principales reclamos del prólogo gracias al estreno del nuevo motor de Kojima Productions, el impresionante Fox Engine. Prácticamente todo lo que hemos visto en este repaso se debe a la potencia de este motor, capaz de mover grandes escenarios con una fluidez sobresaliente. Sorprende la calidad de las texturas, la estabilidad, resolución, distancia de dibujado, efectos de polvo, humo y fuego, así como un sistema de iluminación dinámica simplemente impecable, como por ejemplo, la luz de un foco, capaz de cegarte con tanta intensidad y naturalidad que dan ganas de dar un grito al soldado que lo controla. Los detalles se mantienen inalterables, incluso cuando enfocamos con los prismáticos a mucha distancia, y tanto las animaciones como el comportamiento de los enemigos y la inteligencia artificial están tratados y combinados magistralmente. En pocas palabras, el aspecto técnico y su estabilidad son impresionantes. Las expresiones de los personajes son convincentes, la iluminación es deliciosa y el nivel de detalle en cada rincón es encomiable. En relación a la vertiente sonora, el juego nos llega con las voces en inglés y todos los textos en español latino, con efectos de sonido algo exagerados sobre algunos movimientos del protagonista, quizás con la intención de aumentar el grado de tensión del jugador en determinados momentos. También cuenta con temas recogidos de Peace Walker y una sobresaliente interpretación de Kiefer Sutherland como Big Boss
Conclusiones
Tras probar intensamente Metal Gear Solid V: Ground Zeroes solo podemos asegurar un punto: que la espera hasta el lanzamiento de Phantom Pain se hará muy larga. Aunque su duración, así como su precio, se ha reducido, la presentación no deja demasiados detalles argumentales y las misiones secundarias no ofrecen muchos alicientes, estamos ante la representación de toda una evolución que dirige sus esfuerzos a brindar más libertad al jugador mediante un inteligente diseño de los niveles y un sistema de control más moderno y preciso, que en conjunto ofrece un nuevo grado de libertad, agilidad y jugabilidad a la serie, todo apoyado sobre una parcela gráfica impresionante y una extrema atención por los detalles.
Metal Gear Solid V: Ground Zeroes - Lanzamiento
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Carlos de Ayala
