Maxine, dueña del tiempo

Mediante una increíble habilidad para retroceder en el tiempo, la protagonista de la aventura, Maxine “Max” Caulfield, presenta una perspectiva argumental que ya ha sido tratada infinidad de veces anteriormente en películas y videojuegos, pero con la diferencia que puede marcar una obra de extremada belleza y muchas posibilidades. Las situaciones son incontables, pero ¿cuántas veces hemos permanecido callados por miedo a no contestar lo que se nos pregunta?, ¿y cuántas otras ha sido nuestro interlocutor quien narra exactamente lo que estábamos pensando sin ofrecer oportunidad o tiempo de reacción? Es precisamente este extraño concepto el que ‘Life is Strange’ nos regala, y la experiencia de nuestra protagonista durante los primeros momentos del juego.

 ‘Life is Strange’ nos pone en la piel de Maxine Caulfield, una joven de 18 años aficionada a la fotografía que regresa a su ciudad natal tras cinco años de ausencia. La excusa recae en la asistencia a un curso de fotografía en la Blackwell Academy, institución educativa donde la joven sufrirá una especie de alucinación donde presencia un hecho violento, al despertar, las habilidades de Max comienzan a florecer hasta que alcanza la capacidad de manipular el tiempo y variar el curso de algunos acontecimientos, en una línea similar a lo que ocurría, salvando distancias, con ‘Remember Me’. Con el paso del tiempo, Max se da cuenta que estos “viajes alternativos” se mantienen registrados en su mente con detalle de todo lo que ha sucedido.

Este peculiar sistema de decisiones no es exclusivo de ‘Life is Strange’, ya que bebe directamente de títulos como ‘Beyond: Two Souls’, ‘Heavy Rain’ y ‘The Walking Dead’, donde nuestras acciones tienen directamente su consecuencia en el entorno. A diferencia de estos, el sistema que presenta el juego episódico lleva hasta el jugador una dinámica mucho más coherente y lógica que el puro azar. Resulta imposible conocer cómo serán los frutos de nuestras decisiones, de modo que podremos volver hacia atrás y cambiar las perspectivas en algunos momentos para descubrir multitud de nuevas posibilidades por cada elección.

Para realizar el proceso de nueva decisión, el jugador debe retroceder en el tiempo y explorar nuevas líneas de diálogo con personajes secundarios que aportan nueva información y dan lugar a una especie de mapa cognitivo, donde existen varias opciones disponibles en función de nuestras decisiones. Por supuesto, estas alternativas representan un reflejo directo en nuestro mundo, ya que bajo la advertencia: “esta acción tendrá consecuencias”, se deja entrever que la decisión modificará nuestra línea temporal y no se podrá volver atrás. Cabe destacar, y este es un giro inteligente aportado por la desarrolladora, dónde el jugador podrá hacerse una idea general de la repercusión de algunas decisiones. No obstante, en ciertos momentos, no sólo desconocemos que ocurrirá en el futuro, además no podremos volver atrás en el tiempo una vez se destape el pastel. A la hora de tomar una decisión es vital explorar todas las líneas de actuación y en caso de no estar seguros de la elección, lo mejor es no avanzar en la aventura y volver sobre nuestros pasos para aclarar más conceptos.

Belleza adolescente en formato episódico

Desde el primer momento, debemos aclarar que ‘Life is Strange’ no es una superproducción, a pesar que el argumento y la propuesta sobre el papel así lo aparenta. De esta manera, nos encontramos con unos entornos caracterizados muy bellos que representan perfectamente el mundo de Max. Más allá de ofrecer gráficos ultra realistas, la desarrolladora se ha centrado en las expresiones faciales y corporales, algo que aporta un toque más humano a un apartado técnico que, sin llegar a destacar, sorprende en su conjunto.

Al nivel técnico, insistimos, no estamos ante una propuesta excelente pero se siente notable, se suma a la receta una gran dirección artística y la ejecución de la banda sonora, interpretada y creada para la ocasión por Jonathan Morali, líder de la banda de folk moderno Syd Matters. A diferencia de otros títulos que emplean una banda sonora genérica para acompañar exclusivamente los pasos de la aventura, en ‘Life is Strange’ las piezas interpretadas cobran un papel significativo durante la trama, pues va acompasando gradualmente el estado de ánimo del guion, con melodías nostálgicas, tristes, melancólicas y divertidas, pero siempre acompañando a la historia.

Por otra parte, y tomando como referencia las series creadas por Telltale Games, ‘Life is Strange’ se presenta a través de cinco episodios que irán modificando el entorno de acuerdo a nuestras decisiones. Advertimos, eso sí, que el videojuego está orientado a jugadores que se sientan llamados por las posibilidades que ofrece la aventura. Esto significa, en esencia, que se trata de una obra pausada donde los diálogos y la interacción de los personajes es mucho más importante que llegar a la meta. En este punto hay que destacar como la edición limitada subsana el terrible error de lanzar los capítulos exclusivamente en inglés, ahora contamos con subtítulos que apoyan el estupendo trabajo del doblaje original. Además la edición cuenta con un apartado de comentarios del director, un libro de arte y la banda sonora del juego a un precio bastante razonable.

Conclusiones

‘Life is Strange’ nos trae dos conceptos ya conocidos: la manipulación del tiempo y un sistema de decisiones de largo recorrido. La diferencia es la presentación y forma, tan atractiva como bella. El juego cuenta con una dirección artística que crece acompañada de una magnífica banda sonora y un plantel de personajes lo suficientemente profundos como para mantener vivo al jugador que busque propuestas frescas y novedosas.

Un juego muy recomendable para los que buscan emociones diferentes y para todos aquellos amantes de las aventuras poco convencionales. Un claro ejemplo de cómo con humildad y amor al trabajo, se pueden crear proyectos increíbles y hacer mucho ruido.

Life is Strange - Tráiler de lanzamiento