Una de las noticias más sonadas y polémicas del recientemente enterrado 2010 fue la marcha de los máximos responsables de Infinity Ward de Activision, quienes tras de semanas de incertidumbre acabaron formando parte de las filas de Electronic Arts gracias a Respawn Entertainment, un estudio que trabajaría bajo el auspicio de EA Partners.
Lo curioso del tema está en la velocidad con la que se mueven las editoras en estos casos, ya que Electronic Arts no fue la primera en ofrecer trabajo a West y Zampella. Según Danny Bilson, vicepresidente de negocios de THQ, ellos se acercaron antes a los creativos, aunque no pudieron concretar el trato por una condición: Respawn quería ser el dueño de las propiedades intelectuales que desarrollaran.
Es de dominio público que THQ ha realizado una fuerte inversión contratando colaboraciones con directores de cine de renombre mundial como Guillermo del Toro y abriendo nuevos estudios, aunque este tipo de colaboración con Respawn no convenía a THQ. Bilson explica que su trabajo consiste en conformar un catálogo de nuevas IPs rentables para la editora y si respetaba el acuerdo con West y Zampella, otros estudios iban a exigir lo mismo.
